29 de abril de 2014

Rosquillas de Alcalá

Queridos golosos....
En vísperas del puente de mayo, os traigo uno de mis bocados preferidos, el hojaldre con yema glaseado!! Me vuelve locaaaaaaaaa! Por separado también, soy capaz de comerme yo sola una caja de yemas de Avila,.... que cosa mas rica por dios!! Y el hojaldre.... Ummmmmmmm! 

Estas rosquillas típicas de Alcalá de Henares,  están mejor al día siguiente de haberlas preparado, cuando el baño de yema y el glaseado se han secado y quedan crujientes. Lo difícil es resistirse a probarlas recién hechas, ya lo comprobaréis si os animáis a hacerlas, ya veréis ya!!

La receta la encontré hace mucho por internet, pero si os digo la verdad no recuerdo como era el nombre del blog.
Lo siento!!
Que tengáis un feliz y dulce puente de mayo, aunque aún queda el miercoles por delante, yo me despido hasta la vuelta! Chaitoooooooo
Rosquillas de Alcalá

INGREDIENTES( Para unas 25 Rosquillas)
· 2 Láminas de hojaldre ya estirado
· 5 c/da de mantequilla derretida
· 100 ml. de agua
· 100 gr. de Azúcar
· 4 Yemas
· 2 c/dit de Zumo de naranja
· 100 grs. de Azúcar glass

ELABORACIÓN
Precalentamos el horno a 220º C y forramos la bandeja del horno con papel de hornear.

Estiramos una lámina de hojaldre, la pintamos con la mantequilla derretida y colocamos encima la otra lámina de hojaldre.

Cortamos la masa con un cortapastas redondo, y en el centro cortamos un círculo más pequeño, para hacer el agujero de las rosquillas. Si no tenemos cortapastas redondo, sirve un vaso o una taza, y para el agujero la boquilla de la manga pastelera. (yo he utilizado un cortador de dontuts)

Horneamos a 220º C durante 20 minutos o hasta que veamos que se van dorando.

Mientras las rosquillas se hornean, preparamos un almíbar, cociendo a fuego lento durante 10 minutos el agua con el azúcar hasta que el almíbar esté a punto de hebra suave, es decir que se forme un fino hilo de almíbar al levantarlo con la cuchara de madera. Batir las 4 yemas de huevo en un cuenco, y cuando el almíbar esté a punto de hebra suave, retirar del fuego, volcar las yemas y remover para evitar que se peguen. Cocemos a fuego medio 5 minutos hasta que las yemas espesen.

Sacamos las rosquillas del horno y cuando aún estén calientes, las bañamos en la yema y las dejamos enfriar sobre una rejilla hasta que la yema se vaya secando.
Mientras las rosquillas se enfrían, preparamos el glaseado de naranja, añadiendo el azúcar glass tamizado y poco a poco al zumo de naranja, hasta que tengamos una pasta fina que cubra el dorso de una cuchara.
Pasamos las rosquillas bañadas en yema por el glaseado y dejamos secar nuevamente sobre una rejilla.
Cuando el glaseado esté seco al tacto, estarán listas para devorar mas de una os lo aseguro!! Intentar esperar hasta el día siguiente!

Rosquillas de Alcalá

Rosquillas de Alcalá





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